domingo, 5 de diciembre de 2010

La chica de Cuatro letras.


Sara se llamaba ella cuando en la mesa de áquel café, rayó por vez primera con la punta de un pasador las iniciales de su nombre y el de su novio, sobre la mesa de madera quedaron escritas las letras, S y J, Sara y Juan. dos años despues en ese mismo café Daniela rayaba como seis meses antes lo hiciera Irma, en una mesa diferente, las letras iniciales de su nombre y el nombre de áquel galán... él se moria de celos al ver que su cumbre nevada que explotaba cual volcán en el momento exacto del perturboso climax estaba con otro. Y aquel otro que soñaba con el botón de la rosa que se abría de par en par extendiendose hasta el más escandaloso gemido de placer, no cabía en la resignación de que otro como él y como áquel tuvieran la dicha de rosar los pétalos de la que en una noche nublada y poco romantica fue su mujer. y en algún café que pudo ser cualquiera en las mesas surgieron Iniciales y corazones y juegos... pero al juntar alguna vez esas mesas en un orden lógico de lo primero que se escribió fueron 4 parejas las que iniciaron este acto de poca clase en un lugar tan propio como ese. Juan y Sara, Irma y Luis, Daniela y Alan, Aida y Marco. cuatro parejas una mujer que despues de varios años murió en la soledad de una fría y lúgubre cama de hospital, una mujer que adoraba cambiar de nombre. Ellos veían a Sara, Irma, Daniela y Aida de lejos pero besaban otras almas para tratar de olvidar a esa mujer. Cuatro mujeres en Una que se convertirian en la maldición y la venganza perfecta del espectro llamado SIDA.

3 comentarios:

  1. Wow que fuerte!!
    Al principio crei que seria una historia de melancolía, despues crei q seria algo ahm...sexoso, morboso y asi. Pero el final te deja mucho en que pensar.
    Me gusto..!!!
    Aye

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  2. aaa wevo!!! k mujer tan inteligente!!! esta genial

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domingo, 5 de diciembre de 2010

La chica de Cuatro letras.


Sara se llamaba ella cuando en la mesa de áquel café, rayó por vez primera con la punta de un pasador las iniciales de su nombre y el de su novio, sobre la mesa de madera quedaron escritas las letras, S y J, Sara y Juan. dos años despues en ese mismo café Daniela rayaba como seis meses antes lo hiciera Irma, en una mesa diferente, las letras iniciales de su nombre y el nombre de áquel galán... él se moria de celos al ver que su cumbre nevada que explotaba cual volcán en el momento exacto del perturboso climax estaba con otro. Y aquel otro que soñaba con el botón de la rosa que se abría de par en par extendiendose hasta el más escandaloso gemido de placer, no cabía en la resignación de que otro como él y como áquel tuvieran la dicha de rosar los pétalos de la que en una noche nublada y poco romantica fue su mujer. y en algún café que pudo ser cualquiera en las mesas surgieron Iniciales y corazones y juegos... pero al juntar alguna vez esas mesas en un orden lógico de lo primero que se escribió fueron 4 parejas las que iniciaron este acto de poca clase en un lugar tan propio como ese. Juan y Sara, Irma y Luis, Daniela y Alan, Aida y Marco. cuatro parejas una mujer que despues de varios años murió en la soledad de una fría y lúgubre cama de hospital, una mujer que adoraba cambiar de nombre. Ellos veían a Sara, Irma, Daniela y Aida de lejos pero besaban otras almas para tratar de olvidar a esa mujer. Cuatro mujeres en Una que se convertirian en la maldición y la venganza perfecta del espectro llamado SIDA.

3 comentarios:

  1. Wow que fuerte!!
    Al principio crei que seria una historia de melancolía, despues crei q seria algo ahm...sexoso, morboso y asi. Pero el final te deja mucho en que pensar.
    Me gusto..!!!
    Aye

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  2. aaa wevo!!! k mujer tan inteligente!!! esta genial

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