sábado, 4 de diciembre de 2010

COSAS SIN IMPORTANCIA...


¿Y si un niño encuentra una perla jugando entre la arena?

¡Como le llama la atención tan singular momento!, las características de dicho objeto que ve como algo tan preciado...

Pero no me malinterpreten... el niño no tiene egoísmo, es puro, es bello por naturaleza. El niño no ha sido enfermado todavía por los vicios de la codicia, de la envidia... el ve este objeto como algo bello, inusual, pero agradable a la vista, que pretende conservar seguramente para admirar y no para malgastarlo en estupideces...

Ahora... cambiemos el objeto... solo por diversión, solo porque en este momento no se me ocurre nada mejor que hacer... solo porque el niño tiene ganas de jugar y seguir buscando otros objetos en la arena, para guardarlos en su mágico morral de recuerdos... bellos recuerdos de inocencia.

Supongamos que el niño encuentra una hermosa conchita de mar, justo después de encontrar la perla...

El adulto, que no logra apreciar que lo bello puede radicar hasta en los detalles más simples de la vida, seguiría sin prestar atención, simple basura en el suelo de una playa más que visita... el ha encontrado una perla... brillante, efímera, bella, y el valor de la pequeña concha que está en el suelo es ínfimo comparado con la perla según le han enseñado...

Pero el niño, repito... no ha sido enviciado... no ha sido educado todavía para saber "que es lo importante en la vida", y la conchita tiene mil hermosos colores, es bella, inclusive podría decirse, mil veces más hermosa que la perla... está completa, brillante, y tiene una forma bella, que solo un niño, por su calidad de persona, por su calidad de niño, logra apreciar que es mucho más de lo que los "adultos" aprecian en ella...

El niño la toma entre sus manos y se sorprende más al ver el blanco nacarado al darle la vuelta, le sonríe, la acerca a su pecho, y la guarda en el pequeño morralito que lleva para guardar los objetos preciados... alejándose alegre, y agradecido por haber obtenido tan hermoso tesoro que es aquella pequeña conchita de colores... porque el sabe que la belleza radica en saber apreciarla, en saber encontrarla admirando de cerca, observando curiosamente, inocentemente, detenidamente... porque no presta todavía atención a los prejuicios de "que es lo importante", "que es lo bello" que dicta la sociedad... sino que el impone sus pautas, sus leyes de estética, el decide que es importante y que no, sin importar el mundo.

Por eso el niño... todavía es libre, todavía es bello, todavía es tierno... es envidiable.

1 comentario:

  1. a ese niño le gusta subirse arriba para hacerte bolita y pompearle super rico

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sábado, 4 de diciembre de 2010

COSAS SIN IMPORTANCIA...


¿Y si un niño encuentra una perla jugando entre la arena?

¡Como le llama la atención tan singular momento!, las características de dicho objeto que ve como algo tan preciado...

Pero no me malinterpreten... el niño no tiene egoísmo, es puro, es bello por naturaleza. El niño no ha sido enfermado todavía por los vicios de la codicia, de la envidia... el ve este objeto como algo bello, inusual, pero agradable a la vista, que pretende conservar seguramente para admirar y no para malgastarlo en estupideces...

Ahora... cambiemos el objeto... solo por diversión, solo porque en este momento no se me ocurre nada mejor que hacer... solo porque el niño tiene ganas de jugar y seguir buscando otros objetos en la arena, para guardarlos en su mágico morral de recuerdos... bellos recuerdos de inocencia.

Supongamos que el niño encuentra una hermosa conchita de mar, justo después de encontrar la perla...

El adulto, que no logra apreciar que lo bello puede radicar hasta en los detalles más simples de la vida, seguiría sin prestar atención, simple basura en el suelo de una playa más que visita... el ha encontrado una perla... brillante, efímera, bella, y el valor de la pequeña concha que está en el suelo es ínfimo comparado con la perla según le han enseñado...

Pero el niño, repito... no ha sido enviciado... no ha sido educado todavía para saber "que es lo importante en la vida", y la conchita tiene mil hermosos colores, es bella, inclusive podría decirse, mil veces más hermosa que la perla... está completa, brillante, y tiene una forma bella, que solo un niño, por su calidad de persona, por su calidad de niño, logra apreciar que es mucho más de lo que los "adultos" aprecian en ella...

El niño la toma entre sus manos y se sorprende más al ver el blanco nacarado al darle la vuelta, le sonríe, la acerca a su pecho, y la guarda en el pequeño morralito que lleva para guardar los objetos preciados... alejándose alegre, y agradecido por haber obtenido tan hermoso tesoro que es aquella pequeña conchita de colores... porque el sabe que la belleza radica en saber apreciarla, en saber encontrarla admirando de cerca, observando curiosamente, inocentemente, detenidamente... porque no presta todavía atención a los prejuicios de "que es lo importante", "que es lo bello" que dicta la sociedad... sino que el impone sus pautas, sus leyes de estética, el decide que es importante y que no, sin importar el mundo.

Por eso el niño... todavía es libre, todavía es bello, todavía es tierno... es envidiable.

1 comentario:

  1. a ese niño le gusta subirse arriba para hacerte bolita y pompearle super rico

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