El mejor boxeador libra por libra del mundo, Manny Pacquiao, se enfrentará el próximo 13 de noviembre a nuestro compatriota Antonio Margarito en el nuevo estadio de los Dallas Cowboys, en la pelea que más expectación causa en este último trimestre boxístico de 2010. Como bien se sabe, Pacquiao es un aniquilador de mexicanos, un fuera de serie que no ha perdido desde que Érick el Terrible Morales le diera una épica batalla hace ya cinco años y de la cual el filipino aprendió tanto, que ahora ¡resulta invencible! Vaya: ni Floyd Mayweather, quien también se considera un pugilista a otro nivel, lo ha querido enfrentar ni en videojuegos. Y cómo no va a ser así, si esta leyenda viviente le ha ganado a futuros miembros del Salón de la Fama entre los que destacan Óscar de la Hoya, Shane Mosley, Miguel Cotto, Marco Antonio Barrera y Juan Manuel Márquez. Y también a Ricky Hatton, que normalmente se comía a golpes a sus rivales y que ante Pacquiao se vio más indefenso que aquel canario que decía “me pareció ver a un lindo gatito”. Y es que este superestrella de los cuadriláteros es un auténtico gato montés, que suelta golpes con una rapidez impresionante, que tiene punch, que tiene aguante y técnicamente aplica con maestría y con mucha precisión sus envíos a las zonas donde más duele y se pierde fuerza. Definitivamente, no hay quien lo pare. Por otro lado está el tijuanense Antonio Margarito, quien se hizo famoso, primero, por su poderío de puños; luego, por su dramática pelea ante Miguel Cotto; y, después, por aquel vergonzoso episodio en el que se le encontró culpable de tener yeso en su vendaje justo en aquella pelea en que derrotó al puertorriqueño. La Comisión Boxística de California le prohibió volver a boxear ahí. De hecho, fue multado, suspendido y desde entonces su suerte cambió, perdiendo de entrada la credibilidad de algunos de sus seguidores y dos que tres bolsas millonarias que le estarían esperando de no haber sido por este controversial sainete. Lo que sí es de llamar la atención es la preparación y la seriedad que le ha dado Margarito a este combate: sabe muy bien que ganarle a Pacquiao le representaría limpiar su imagen, le brindaría oportunidades grandes de enfrentamientos con tipos como Mayweather —lo cual le dejaría jugosas ganancias—, y, sobre todo, sería el vengador de todos los gladiadores aztecas que han sucumbido ante el demonio de Filipinas.
La vencida Sin duda será una gran velada que podrá ser vista en televisión abierta por TV Azteca y que nos tendrá ahí, muy pendientes de lo que ocurra en el estadio más costoso de la Unión Americana. Una noche muy especial, que seguramente contará con la asistencia de figuras de otras épocas, como Sugar Ray Leonard, Julio César Chávez, Marvin Hagler, Mike Tyson y el más grande de todos, Muhammad Alí, si es que está en condiciones. No faltará también el señor Sylvester Stallone, mejor conocido como Rocky Balboa, quien es infaltable a este tipo de eventos. Y algunas figuras más de la farándula estadunidense que le pondrán el toque de glamour a esta función del sábado 13 de noviembre. Más no se puede pedir: Antonio Margarito tiene la mesa puesta para dar la sorpresa del año y dejar en alto nuevamente el nombre de México gracias a nuestros exponentes en el viril deporte de los puños. Vale la pena el todo o nada contra el Pacman; y si es inteligente y no se pone a intercambiar metralla, es muy probable que pueda salir airoso. Y aunque honestamente se ve muy difícil debido a la grandeza del rival, no nos olvidemos de que un buen peso grande siempre le pegó a un buen peso chico con todo y que Pacquiao ya le haya ganado a otros más pesados como De la Hoya y Mosley. Por esto mismo, Antonio Margarito podría decir: “No más, chaparrito, la tercera fue la vencida…”
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